viernes, 23 de marzo de 2012

CANCIÓN MARINA



Te conocí en el vértice nervioso de una ola,
en la frontera móvil entre el ave y la sal,
entre el astro y el pez. Estabas sola,
centrando la ondulante soledad.
Estabas a media agua, a medio día,
a media nube, a medio caracol.
Abril andaba por la sangre. Ardía
a media primavera el corazón.
¡Que ruda tiranía
ejercitaba el sol sobre la arena
sobre tu piel y sobre mi ansiedad!
Contra los bravos músculos del día
por saborear tu juventud morena
luchaban los instintos famélicos
del mar.
Tus senos, a media alga, a media brisa,
eran proas gemelas a medio navegar;
al aire: eran las aves bebiéndose tu risa;
al agua: eran tus muslos mordidos por la sal

De Jaime Fontana de Honduras
Canción Marina



Dando la bienvenida a la primavera.
¡El amor tuyo y mío
no puede aclimatarse en el palmar!
Le digo adiós. No vive de néctar y
resinas
el amor que es oriundo del alga y
de la sal.
¡Como quieres que viva si las aves
marinas
caen muertas el día que se alejan
del mar!

La calidez de las tardes de Marzo.
Después... hacia la tarde y hacia
los cocoteros
y hacia tus labios llenos de arena y
de sabor...
¡Ah las caricias anchas y densas
como esteros

Las ultimas puestas de sol del invierno.
Como nacen las olas, como los
vendavales,
entre las olas estalló el amor.
¡Urgencias del paisaje marino! Los rivales
éramos tres: el mar, el sol y yo.

Pie de la Cuesta.
¡Ah el amor que se tuesta sobre los
litorales
y los besos piratas, sabrosos como
el mal!
Nuestro amor es marino, y hoy
viene hasta la tierra,
hasta la arisca entraña del palmar;

Vengan a disfrutar del calor y la hospitalidad de nuestros pobladores.


Ya no es como el oleaje ni como el
vendaval,
ya no sabe enredarse como alga tu caricia,
ya los besos perdieron su sabor mineral!
Aquí el amor es arroyuelo y trino,
y clorofila y miel,
y trepa en los peñascos como el
pino
y tiene olor a fruto montañés.




drserna@hotmail.com
protector002@gmail.com


viernes, 9 de marzo de 2012

UN DÍA EN LA SIERRA DE COYUCA



Un lindo recorrido por parte de la Sierra de Coyuca, en un bello desafió, la selva con la montaña, los invito que la recorran también y si les gusta están cordialmente invitados, todos.
Por los Caminos del Sur de Agustín Ramirez y la poesía de Pablo Neruda.


Amanece en los jornales
una ilusión campesina,
de céfiro es la colina
y alegres los manantiales


Tierra mía sin nombre, sin América,
estambre equinoccial, lanza de púrpura,
tu aroma me trepó por las raíces
hasta la copa que bebía, hasta la más delgada
palabra aún no nacida de mi boca.


drserna@hotmail.com
protector002@gmail.com